Conducir de noche no solo es aburrido, es peligroso. La razón es que el ojo humano tampoco ayuda mucho porque no pueden ver de noche porque la percepción de la profundidad, la visión periférica y la capacidad de distinguir colores se ven afectadas.
Aunque los faros iluminan la carretera, las luces de cruce típicas iluminan de 50 a 80 metros por delante de su vehículo, mientras que las luces altas brillan aproximadamente de 100 a 150 metros más adelante. Cuando vas a 80 km / h se necesitan más de 40 metros para detenerte, por lo que no hay mucho margen de error.
De hecho, de cuerdo a estadísticas de empresas de seguro en mexico, la mayor cantidad de accidentes suceden durante la noche. Para evitar cualquier inconveniente, aquí hay consejos que debes tener en cuenta al conducir después del atardecer por caminos oscuros y peligrosos.
Ajusta tus faros
Hemos descubierto que los faros, incluso en los automóviles nuevos, a veces están desequilibrados o apuntan más abajo de lo necesario. Por tanto, conviene orientarlos correctamente. Puede que sean necesarios varios intentos antes de orientarlos perfectamente. Solo asegúrate de que las luces recién dirigidas no estén cegando al tráfico que se aproxima.
Reduce la intensidad de la luz de tu tablero y faros
No en vano los coches están equipados con un atenuador en el salpicadero. Con LED brillantes en el tablero y grandes pantallas de información y entretenimiento que se encuentran en los vehículos, hay muchas fuentes de iluminación innecesarias y molestas dentro de un vehículo que pueden afectar su visión.
Al reducir la intensidad de las luces del tablero, puedes eliminar los reflejos en el parabrisas y permitir que tus ojos se adapten mejor a la oscuridad que te rodea, mejorando la visibilidad por la noche.
No uses las gafas equivocadas
Las gafas, recetadas por tu oculista o no, añaden otra superficie reflectante entre los ojos del conductor y la carretera. Por tanto, elegir las gafas adecuadas es fundamental para mejorar la visibilidad nocturna. ¿La mejor opción? Lentes graduadas con revestimiento antirreflejos. Este recubrimiento evita que la luz adicional e innecesaria se refleje dentro de sus lentes y, al mismo tiempo, permite que pase más luz.
Esté atento a las pupilas que brillan en la noche.
Conducir de noche significa encontrarse con animales nocturnos de distintos tamaños. Sin embargo, existen animales más grandes, más letales y más peligrosos, como los ciervos o los jabalíes, que pueden causar graves daños.
Como se señaló en el punto número uno, incluso las luces altas no se iluminan mucho más allá de tu distancia de frenado, por lo que evitar un ciervo u otros animales requiere una habilidad especial: detectar los reflejos de los faros delanteros a los ojos de un animal. Estos pequeños puntos brillantes a menudo aparecen en el camino, lo que te da más tiempo para reducir la velocidad o detenerte.
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